sábado, 3 de noviembre de 2007

Doble condena


Por fin el martes tuvo lugar la esperada sentencia sobre el juicio de los atentados del 11 de marzo de 2004, en que recordemos murieron 192 víctimas, se produjeron 3 abortos y más de un millar de heridos. El juez Gómez Bermúdez dictó prisión para los miembros materiales de la masacre, pertenecientes todos a la célula yihadista, y dejó en libertad al egipcio, acusado de ser el autor intelectual de los atentados. Imponiéndoles penas que van desde los 10 hasta los 42.000 años de prisión, como a Jamal Zougam que cuenta con la pena más elevada al considerarse el mayor responsable material. Ayer se acababa el largo calvario que los familiares de las víctimas han tenido que soportar en estos tres años y pico, pues no sólo han visto que el juicio se alargara sino que además han tenido que soportar la utilización política de este escabroso suceso por parte de algunos. Aunque la sentencia no les pude aliviar el dolor que sienten por haber perdido un ser querido, al menos les ayuda psicológicamente al ver a los asesinos de sus familiares estén entre rejas. Ayer se hizo doblemente justicia, justicia con los asesinos y justicia con los mentirosos, debido a que alrededor de los hechos se creó una teoría conspirativa que relacionaba la banda terrorista ETA con los atentados del 11-m, la cual ha sido alimentada e impulsada por ciertos políticos junto con cierto periódico y cierta onda celestial y cierta organización que tiene como objetivo defender los intereses de cierto Partido Político, provocando el entorpecimiento grave de la labor de los jueces. Son muchas las blasfemias que se han escuchado, expresadas por políticos y escasos periodistas. Ahora que ya sabemos la resolución de la sentencia es inevitable no acordarse de alguna de las frases que avalaban esta teoría, como las pronunciadas por el señor Aznar: “Los autores intelectuales de los atentados, los que hicieron esa planificación, los que deciden ese día, precisamente ese día, no creo que anden en desiertos muy remotos ni en montañas muy lejanas” cosa que ha sido negada por todos los policías en el juicio, pero aunque Aznar sea la cabeza más visible de la conspiración no quiere decir que no haya otros, como sus compañeros de filas Mariano Rajoy o Eduardo Zaplana junto con el director de El Mundo y el presentador matinal en la Cadena COPE. Manifestaciones que se han demostrado falsas, que son el resultado de los métodos seguidos por los mentados para sus fines, los cuales no tienen sin duda otro objetivo que el beneficio propio, a pesar de que esto conlleve la mentira como herramienta. Así pues la sentencia deja claras dos premisas, que los asesinos tendrán que cargar con todo el peso de la justicia y que los mentirosos lo harán con el peso de la vergüenza, o mejor dicho de la sinvergüenza.

No hay comentarios: