El acuerdo firmado el año pasado entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal elimina la dotación presupuestaria de la iglesia por parte del Estado, pero a cambio el gobierno se comprometió a subir del 0,5 al 0,7 el coeficiente de cuota que los ciudadanos aportarán si marcan por voluntad propia la casilla de la iglesia en la declaración de la renta. Así pues, la Iglesia ha lanzado una campaña publicitaria, la primera en la historia, para animar a los fieles a marcar dicha casilla.
Según fuentes de la agencia en cargada de realizar la campaña, Agencia Advise, ésta tiene tres objetivos: el primero y por el cual se hace la campaña sería conseguir que los ciudadanos católicos marquen la casilla de la iglesia en la declaración de la renta, pero además se pretende dar a conocer su labor en la sociedad así como su labor social y humanitaria. Reto difícil teniendo en cuenta que la imagen de la iglesia está muy poco valorada y goza de poca credibilidad.
jueves, 8 de noviembre de 2007
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