
La cumbre celebrada este pasado fin de semana en Lisboa, Portugal entre la Unión Europea y la Unión de los Países Africanos, cerca de 80 presidentes de gobierno acudieron, parece que ha acercado a estos dos continentes un poco más en sus relaciones, dando como resultado la firma de un plan de acción. Pero, aunque en la cimera se escuchó elogios entre los dos continentes en todo momento, también hubo puntos de desencuentro. Uno de los puntos más conflictivos que se trataron fue los Acuerdos de Asociación Económica (EPA en inglés) sobre el cual se centraron todas las polémicas, debido a que los países africanos se niegan a que en el año 2015 el 80% del mercado africano quede liberalizado. Considerando esta fecha muy cercana para el acontecimiento, lo que produciría que los países africanos dejasen de recibir una gran cantidad de dinero con los aranceles que actualmente rigen, alegando que no podrían invertir en la educación y la sanidad, a pesar del incumpliendo por parte de los países africanos de invertir el 15% del presupuesto del estado en educación. Así que es urgente que las dos partes lleguen a un acuerdo cercano ya que con la llegada del 2008 el actual acuerdo caduca, produciendo una situación sin un marco legal. Además, aprovechando la cumbre, diversas organizaciones denunciaron el incumplimiento de destinar el 0’7 % de los presupuesto de los estados europeos a desarrollo y cooperación de los países desfavorecidos, como es el caso de del gobierno valenciano que en los presentes presupuestos refleja la aportación del 0’7 % a este fin, produciendo incluso una pomposa publicidad “ Feliç 2007, feliç 0’7” la cual las asociaciones no gubernamentales han denunciado, puesto que sólo se ha destinado este año el 0’3%, 4 décimas menos de lo que se anunció. Pero toda esta tensión ha sido rebajada con las declaraciones de los mandatarios, como la del presidente de la Unión Africana , John Kufuor, declaró que el acuerdo adoptado “es un hito” y la cumbre marca “el fin de la imposición” y el comienzo de una relación “de mutuo respeto”. El del presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero señaló la importancia que esta cumbre tenía para Europa. Por su parte el presidente de Portugal, José Sócrates, dijo que “el espíritu de Lisboa” quedará para la historia, más les vale puesto que a los portugueses no les haría mucha gracia que quedase en balde después de haber destinado 10 millones de euros para la celebración de la cumbre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario