
José luís, un joven residente en la ciudad de Valencia, decidió salir de fiesta por su cuidad el pasado 27 de Enero, pero no sabía que ese día una banda de neonazis le darían un navajazo que le produciría un derrame interno por estar en el sitio equivocado. Y no es que a José le guste frecuentar zonas conflictivas de la ciudad, no, la agresión se produjo en la puerta de un pub en pleno centro de Valencia. Pero lo peor no es esto, lo peor es que los agresores han sido puesto en libertad después de declarar ante el juez, ya que no se demuestra intención de homicidio.
Un ejemplo más de los que denunció Acció Popular contra la Impunitat, una asociación cívica que lucha por que las agresiones producidas por los violentos no pasen desapercibidas, más de 600 agresiones se contabilizaron el año pasado en la capital valenciana, de las cuales un reducido número tuvo consecuencias legales. Los agresores, que actúan principalmente por motivos de xenofobia y homofobia, saben de la impunidad de sus actos, y sobre todo, de la indiferencia de los partidos políticos, que reducen considerablemente la cifra de sucesos y le restan importancia catalogando a los agresores como “gamberros”. Ya es hora que todos los partidos se unan y demuestren a los violentos que sus ideas y comportamientos violentos no tienen cabida en una sociedad que quiere vivir paz, una sociedad que tiene como uno de sus principales valores la tolerancia.
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