Gracias por fumar

Sólo el título es ya de por sí toda una provocación. Esta película, del director Jason Rietman, estrenada en el año 2006, trata el mundo de las relaciones públicas con gran acierto, aunque cinematográficamente hablando algunas secuencias de la película se hacen sosas y pasajeras. Además de girar en torno a las r.r.p.p., el filme está ambientado en un sector financiero tan importante y tan delicado como es el holding de las tabacaleras. La película afronta tanto el plano laboral como personal del profesional de las relaciones públicas. El actor Aaron Ekhart que encarna al protagonista de la película, Nick Taylor, relaciones públicas de la industria tabacalera norteamericana, el cual tiene que afrontar un duro trabajo como es defender a los empresarios del tabaco. El guión refleja bastante bien el negocio tabacalero así como el político y el mediático que giran en torno a él, además de reflejar a otras industrias como la armamentística y la productora de bebidas alcohólicas. Y todo ello contado con humor, como por ejemplo el nombre de las reuniones de los representantes de estas tres industrias, “el escuadrón de la muerte”. La sociedad americana tampoco se escapa de la crítica con el reflejo de la clase política y la campaña antitabaco del senador Finistirre. Todo un complejo entramado de guión para defender la libertad de elección de los individuos, pues sí es cierto que el tabaco mata, pero también lo pueden hacer los ‘fast food’, las miles de ondas que emiten nuestros electrodomésticos, y nadie dice nada. Sin duda es una película altamente recomendable a todo aquel que esté interesado por el mundo de las relaciones públicas o simplemente aqueel cinéfilo que les guste una buena comedia, porque a pesar de ser americana se queda muy lejos de lo patético y vulgar. Y recuerden, no fumen, o mejor, eso decídanlo ustedes.